Dijiste que era por “san Valentín”
y me regalaste un acopio de valentías.
Sufragaste con lágrimas mil miedos
y saltaste a un océano de incertidumbres
sin saber nadar
apenas.
Dijiste, “por san Valentín”
y tu sonrisa delataba cardenales en tu alma.
Compraste tiempo y me diste
su fruto,
espacio, y lo envolviste
en seda y cuero.
Dijiste que era por “san Valentín”
pero ya intuía yo
que sería duro
este invierno nuestro.