cada noche me devoras,
comes mi carne
y das a los perros mis huesos.
cada noche renaces
con las vidas de mis días.
cada noche eres sutil
con mis ojos y los dejas descansar.
todas las mañanas encuentro
a otro lado de la puerta
más huesos
devorados,
y más perros inversamente proporcionales
a mis miserias.
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